¿Sabes qué? Tu boda va a salir bien.
Aunque no sepas cómo todavía.
Aunque Google Weather diga que el Huracán Perry viene de camino a tu ciudad y llegará justo en la hora de tu ceremonia.
Aunque no tengas tiempo de hacerte la manicura.
Aunque el acné juvenil decida visitarte desde tus tiernos 16 años en el día de tu boda.
Aunque hayas decidido poner pescado como plato principal y la gente espere un solomillo.
Aunque no hayas cogido un cortador de jamón.
Aunque tu suegra haya decidido ir de blanco.
Aunque tu super amiga no vaya a poder ir.
Aunque no hayas conseguido adelgazar los chiquicientos kilos que querías adelgazar para el día de tu boda.
Aunque tu boda no parezca sacada de Pinterest.
Aunque tu finca no sea la que te habría gustado porque el presu no llegaba para todo.
Aunque la iglesia de tus sueños ya estuviera reservada.
Aunque aún no hayas podido ni pensar en la luna de miel.
Aunque no hayas podido comprar las bolsas en las que pensabas dar el regalo de los invitados.
Aunque te tropieces de camino al altar.
Aunque tu novio se haga un corte de pelo horroroso justo el día antes.
Aunque te hayas mordido las uñas sin darte cuenta.
¿Sabes qué? ¡Te casas!
Sonríe, baila, llora, disfruta, ve de blanco, de azul o de morado, lleva el pelo en moño, suelto o con corona, hazlo todo a mano o no hagas nada, ponte nerviosa o ve muy tranquila. De verdad, no importa.
Tu boda...saldrá bien.
Aunque no sepas cómo todavía.
Aunque Google Weather diga que el Huracán Perry viene de camino a tu ciudad y llegará justo en la hora de tu ceremonia.
Aunque no tengas tiempo de hacerte la manicura.
Aunque el acné juvenil decida visitarte desde tus tiernos 16 años en el día de tu boda.
Aunque hayas decidido poner pescado como plato principal y la gente espere un solomillo.
Aunque no hayas cogido un cortador de jamón.
Aunque tu suegra haya decidido ir de blanco.
Aunque tu super amiga no vaya a poder ir.
Aunque no hayas conseguido adelgazar los chiquicientos kilos que querías adelgazar para el día de tu boda.
Aunque tu boda no parezca sacada de Pinterest.
Aunque tu finca no sea la que te habría gustado porque el presu no llegaba para todo.
Aunque la iglesia de tus sueños ya estuviera reservada.
Aunque aún no hayas podido ni pensar en la luna de miel.
Aunque no hayas podido comprar las bolsas en las que pensabas dar el regalo de los invitados.
Aunque te tropieces de camino al altar.
Aunque tu novio se haga un corte de pelo horroroso justo el día antes.
Aunque te hayas mordido las uñas sin darte cuenta.
¿Sabes qué? ¡Te casas!
Sonríe, baila, llora, disfruta, ve de blanco, de azul o de morado, lleva el pelo en moño, suelto o con corona, hazlo todo a mano o no hagas nada, ponte nerviosa o ve muy tranquila. De verdad, no importa.
Tu boda...saldrá bien.