Hace unos meses, una amiga de facebook de Bodas Colorín Colorado nos
dejaba un mensajito para que viéramos su boda. Y ¿sabéis cuando empiezas a ver
algo y piensas...¡¡quiero ver más!!?
Pues eso es lo que nos pasó con la Boda de Beita & Álvaro: fue amor
a primera vista, a segunda, a tercera y todas las vistas que le echamos.
Y como las cosas bonitas hay que compartirlas, escribimos a Bea para
que nos contara y enseñara el resto.
Y ¡¡yuhuu!! aquí tenéis su boda contada por ella misma.
“Mi
familia es de un pueblo al sur de Extremadura (Azuaga) donde yo he pasado todos
los veranos de mi infancia, y dónde suelo ir con bastante frecuencia…por lo que
la ilusión de mi vida siempre ha sido casarme allí.
La
iglesia principal es una maravilla (la segunda más grande de la provincia de Badajoz) así
que eso no supuso un problema a la hora de albergar a los 360 invitados que
fueron hasta allí, desde todas partes de España e incluso desde fuera. El
problema real se planteó a la hora de elegir un lugar para la celebración ya
que no había ninguno que nos convenciese, así que contactamos con el dueño de
la antigua fábrica de harinas que hay en Azuaga, que llevaba otros muchos
abandonada, y tras meses de trabajo por parte de ambas partes, conseguimos
adecuar el sitio para poder montar allí la fiesta que queríamos.
Fueron
muchos fines de semana conduciendo 800 kms y hablando con fontaneros,
electricistas, pintores, jardineros, etc pero que sin duda merecieron la pena.”
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PREPARACIÓN: "Fue en casa y como os conté el vestido es de Pol Núñez. La tela en Georgette de Plumeti y con adorno de pedrería en la cintura. El velo, un tul liso sujetado con una peina comprada en Sevilla. Los pendientes una joya de mi madre, y el maravilloso anillo de diamantes no es otro que con el que me pidieron matrimonio y cuyo verdadero valor está en que se trata de una herencia familiar (era de la abuela de Álvaro).
Las sandalias son de Zara ¡y de hace años! pero eran de estas que te compras y te pones dos veces…busqué muchos zapatos (hasta me compre unos en Milán) pero tenía el hándicap de la altura del novio…y no encontré unos mejores para la ocasión
El ramo de novia me lo trajeron de Madrid, de la floristería de unas amigas de toda la vida (El Bohío) Para el peinado y maquillaje no me preocupé demasiado y confié (sin equivocarme) en un peluquero y una maquilladora de Azuaga que me cobraron muy poco y lo hicieron estupendamente (apuesto por los “productos” locales siempre que se pueda, y más en esta época de crisis que creo hay que ayudar al más pequeño…)"
El ramo de novia me lo trajeron de Madrid, de la floristería de unas amigas de toda la vida (El Bohío) Para el peinado y maquillaje no me preocupé demasiado y confié (sin equivocarme) en un peluquero y una maquilladora de Azuaga que me cobraron muy poco y lo hicieron estupendamente (apuesto por los “productos” locales siempre que se pueda, y más en esta época de crisis que creo hay que ayudar al más pequeño…)"
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El coche (una joya de los años 40) fue un préstamo de un amigo de mi padre.
Cuando salimos de la iglesia, le di una sorpresa a toda mi familia política contratando a unos gaiteros que tocaron entre otras canciones el famoso “Asturias patria querida” mientras un amigo de Álvaro con el que también me había con pinchado escanciaba una botella de sidra para luego ofrecernos y brindar."
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Damas de honor:
"La idea de que las
amigas de la novia (las testigo en este caso) vayan de un mismo color está cada
vez más de moda, y aunque en un principio puede parecer una “americanada” quedó
fenomenal, las fotos preciosas y muy coloridas con el azul Klein por todas partes…eso
sí, cada una con su estilo y complementos, dando un toque personal y distinto
al look."
Los tocados son muchos de Rita Von y otros ¡hechos por las invitadas!
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El fotocall me lo hizo un amigo muy manitas, todo de madera, y el tema era una casa andaluza por lo que adjuntamos ítems flamencos (un capote, monteras de torero, sombreros cordobeses, castañuelas, abanicos…) Los invitados se hicieron miles de fotos con este decorado, con sus cámaras y móviles y con la cámara Polaroid que llevamos, y luego colgaban las fotos con pinzas en una cuerda.
Como regalo coloqué bailarinas de lunares en una cómoda para las chicas (con mensaje) y botellas de vino de la zona para ellos.
Para la fiesta repartimos chapas de Mr. Wonderful, y en el baño, decorado con miles de velas azules, colocamos cestas con espejitos con mensajes de la misma empresa y que también fueron la sensación."
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Baile: "Tras la comida, que fue servida por Sayca (de Sevilla), en lugar del clásico vals, nos marcamos un rock de ACDC, “You shook me all night long”. Triunfamos, para qué negarlo. La gente alucinó.
Y cuando empezó la fiesta, me quité las trenzas del peinado, me solté la melena y me puse la corona de flores azules que me hizo mi amiga María. Y como no había bailado el vals, y mi padre ya me había llevado al altar, quise dedicarle un baile especial a mi madre, (de la que también adjunto fotos porque iba elegantísima con traje de Conchita Sainz y pamela en rosa a juego) y como no podía ser de otra forma, bailamos unas sevillanas mientras el grupo flamenco que contratamos (Los Cachaba) cantaba en directo. La fiesta duró hasta las tantas y no faltó el puesto de chuches y perritos.
Menos mal que nos regalaron un libro para inmortalizar momentos y poder recordar más detalles (hay una foto preciosa de mi sobrina firmándolo) porque guardarlos en la cabeza es imposible…."
Y cuando empezó la fiesta, me quité las trenzas del peinado, me solté la melena y me puse la corona de flores azules que me hizo mi amiga María. Y como no había bailado el vals, y mi padre ya me había llevado al altar, quise dedicarle un baile especial a mi madre, (de la que también adjunto fotos porque iba elegantísima con traje de Conchita Sainz y pamela en rosa a juego) y como no podía ser de otra forma, bailamos unas sevillanas mientras el grupo flamenco que contratamos (Los Cachaba) cantaba en directo. La fiesta duró hasta las tantas y no faltó el puesto de chuches y perritos.
Menos mal que nos regalaron un libro para inmortalizar momentos y poder recordar más detalles (hay una foto preciosa de mi sobrina firmándolo) porque guardarlos en la cabeza es imposible…."
Las fotografías son de Ruth Roldán y muchas del móvil de los invitados. Y si queréis leer más de lo que escribe Bea, podéis seguirla en su blog.
La verdad es que nos habría encantado que esta hubiera sido una Boda Colorín Colorado pero nos gusta muchísimo como Bea demuestra la gran cantidad de trabajo que tuvo detrás, la super paciencia de Álvaro (que como Bea nos contó, lo hicieron todo juntos) y el maravilloso gusto que acompañó a cada detalle.
¡Enhorabuena Chicos!