Llega tu boda. Tienes todo listo. Vestido, zapatos, abanico, medias... pero ¿y dónde llevo el iphone? ¿Lo necesito? ¿Y qué puede hacerme falta? ¿Horquillas? Naaah, si me van a peinar como a un Playmobil ¿Aguja? Naaah, si no se me va a descoser el vestido, con el dineral que me ha costado. ¿Quitamanchas? Naaaah, si yo no me mancho nunca.
Vale. ¡Hello Realismo! Necesitas todas esas cosas. No porque vayas a necesitar absolutamente todas, porque seguramente no necesites casi ninguna. Pero sí porque puede suceder que las necesites y tenerlas a mano y preparadas será la única forma de que algo tonto como un pequeño descosido en el vestido, no sea algo que recuerdes para siempre. Que los vestidos se cosen a prueba de novias, pero seguramente nadie contaba con que fueras a bailar "A quién le importa lo que yo haga" con los brazos en alto poniendo a todas las costuras de tu vestido de seda a prueba.
Así que coge una bolsa de esas de viaje que nunca usamos porque son demasiado pequeñas para meter todo lo que queremos pero demasiado grandes para llevarlas de mano, y llénala de todas estas cosas. Deja la bolsa en la finca el día antes de la boda en algún lugar al que solo accedas tú (cuarto de la novia, por ejemplo) y piensa que ¡estás preparada para todo lo que pueda suceder!
- Imperdibles. Que resuelven lo que nadie se puede imaginar.
- Zapatos de recambio. Aunque creas que no te harán falta.
- Horquillas y laca. Aunque si vas a usar la laca, que sea antes de tomar copas.
- Quitamanchas. Que hay mucho vino tinto y tu vestido es muy blanco.
- Maquillaje para retoque. Que vas a dar más besos que en toda tu vida.
- Kit de Costura (aguja e hilo siempre imprescindible). Y a una madre/abuela cerca.
- Desodorante. Que las sevillanas no se bailan solas.
- Colonia. La tuya. Que te va a apetecer seguir oliendo a ti.
- Neobrufén/Ibuprofeno. Los nervios pueden hacer que te duela la cabeza.
- Almax. Aunque seguramente no pruebes ni un bocadito.
- Colirio. Por si te da por llorar a mares.
- Tiritas. Que tus pies seguramente no están acostumbrados a los Jimmy Choo de 15cms.
- Pinzas de depilar. Porque no hay nada más molesto que "ese pelito" que no habías visto.
- Lima de uñas y tijeritas. Que de verdad pasa de todo.
- Caramelos tipo Smint. Que no es cuestión de ir masticando chicle pero vas a hablar tanto que puedes quererlo en algún momento.
- Cepillo de dientes y pasta. Aunque ¡mucho cuidado con el vestido por favor!
- Iphone. O lo guardas aquí, o se lo das a tu padre para que lo guarde en el bolsillo del chaqué. Porque ¡lo vas a querer!
- Compresas y tampax. Que ya sabes que cuando peor te viene....¡sorpresa!
- Kleenex. Que alguna amiga que lea algo emotivo, ¡habrá!
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